Vivo en una pequeña isla del Mediterráneo, soy madre y feliz.
En ocasiones también siento dudas, tristeza, inseguridad, miedo, enfado, culpa, vergüenza… Sin embargo, por mucho que duela lo que duele, puedo ver la belleza que me rodea y a pesar de los pesares de la vida me siento sostenida.
Elegí vivir cerca del mar por amor.
Necesito y busco el contacto con la naturaleza para sentir mi lugar en el mundo.
La maternidad es mi gran motor. Me mueve el deseo de contribuir a crear un mundo más amable y acogedor, un mundo donde el respeto y el cuidado estén en el centro.
Estudié educación social y antropología porque me importan las relaciones humanas y la transformación social y durante muchos años me dediqué a trabajar en proyectos socioeducativos, acompañando a colectivos y a personas en la expresión de su mayor potencial.
Tuve una infancia y adolescencia moviditas y en el orden encontré un gran apoyo, ordenaba mi cuarto, lo ponía bonito, le daba mimos y era como cuidarme a mí misma, como darme los mimos que yo necesitaba. A través del orden construía el refugio que anhelaba y me equilibraba.
En búsqueda de la coherencia interna y siguiendo las señales de la vida, también me formé como Organizadora Profesional y en Salud Ambiental y así nació este proyecto.
Ahora, acompaño a personas en procesos de revisión de sus hogares, para ayudarlas a generar armonía en sus vidas.
Defino el orden como un estado en el que cada cosa ocupa el lugar que le corresponde y la armonía como un estado de bienestar, aceptación y afinación de nuestro ser con la vida.
Algunas experiencias
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Ana Saiz
El taller con Rocío fue un encuentro ameno, productivo y muy revelador de cómo convertir nuestros espacios en otra manera de definirnos también, logrando que sean coherentes con nuestros valores y objetivos vitales.
Su forma de explicarlo fue sencilla y clara, su discurso desprendía autenticidad y se notaba su convicción en lo que exponía en cada palabra. Daban ganas de levantarse y ponerse a ordenarlo todo
Estoy muy agradecida. Muy recomendable
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Gabriel Manzanares
Libera tu casa de tóxicos es un acompañamiento práctico y eficaz para lograr un hogar más saludable y libre de tóxicos. La cercanía, profesionalidad y pedagogía de Rocío hacen que todo el proceso sea fluido y sencillo. Su estructura permite tener un seguimiento paso a paso del proceso en el que, a través de pequeñas metas podemos lograr nuestro objetivo. Ahora tengo mucho más claro que elementos de mí casa quiero cambiar y tengo un plan para hacerlo. ¡Muchas gracias Rocío!
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José Tudela
Trabajar con Rocío me ha centrado y conectado con aquellos objetivos que representan mis valores. Ha sido liberador, una carga se va y una nueva energía aparece. Con su metodología te despides y agradeces aquellas cosas con las que ya no fluyes e incorporas otras que hablan de quien eres. Mi despacho ahora es mi sitio preferido, donde me siento tranquilo y representa aquello que soy. Lo recomiendo 100%
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María Novell
Soy una persona ordenada, muy amante de la armonía en el hogar y de tener todo en su sitio. No me considero una terrorista de la limpieza ni una obsesa del orden, pero necesito que mi entorno sea agradable a la vista, armónico. Me enfrasqué en este proyecto por curiosidad, desconocía el concepto y me interesé en conocer más…. fue un total acierto. Un proceso que no es simplemente el vaciar para crear más espacio en casa sino que, de repente, te encuentras indagando en tu interior, preguntándote por qué está ese jersey allí, por qué no me he desprendido de ese libro antes, por que no puedo cortar el cordón que me conecta con esa taza… el proceso te lleva contra las cuerdas y te remueve, te dirige hacia el momento de tomar una decisión y actuar en consecuencia…. Haces limpieza sí, pero no sólo de tu casa, también de tu alma, y sueltas lastre para poder volar más alto.
A tu lado Rocío, que te acompaña con un cariñó infinito, no deja que te encalles, te da herramientas parar seguir liberando, pero con la presión precisa para no agobiarte y al mismo tiempo sin que pierdas el foco de tu objetivo. Pero lo mejor de todo es que una vez Rocío te suelta de la mano ya no hay marcha atrás, el proceso sigue en tu mente, tu mirada cambia y tu manera de organizarte en casa cambia, de la misma manera que cambia la manera de organizar tus prioridades, tus relaciones, tus vínculos con el entorno, ya sea con los objetos como con las personas. Lo que empezó siendo un inofensivo «necesito poner orden en casa» terminó convirtiéndose en un camino hacia la evolución personal. Me encantó….
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Esperanza Fernández
Gracias Rocío por acompañarme a ordenar mi casa, a dar valor a las cosas que me encantan, dándoles ese espacio que necesitaban para ser vistas, gracias también por hacerme ver mis necesidades actuales que también estaban escondidas, siento la ligereza en mi casa y en mí. GRACIAS